Erick Rolando, directivo de la Confederación Granjera, explicó que ante casos de “sobreoferta” como ahora “lo más barato” es desecharlo.

Algunos productores han tirado en los últimos días “varias toneladas” de tomates frescos en los últimos días por un problema de costos.
En un un video divulgado por San José Ahora se observa cómo se tira el producto del cajón hacia una fracción del campo.
Según dijo Erick Rolando, directivo de la Confederación Granjera del Uruguay (CGU) al citado medio y confirmó a Montevideo Portal, los costos de mantenerlos son muy altos. “El tomate americano no se puede industrializar porque tiene mucha agua y es muy costoso sacarle el agua por el costo de la energía. Además, también sería competir con productos importados que están a un precio muy bajo con respecto a lo que es la producción nacional”, argumentó.
Es por eso que, cuando se dan estos casos, “lo más barato es tirarlo”.
A esto se le suma, profundizó, que el cosecharlo también conlleva un costo “elevadísimo”, por lo que —además de desechar varias toneladas— algunos productores decidieron también dejar de cosechar “una buena parte” de lo que tenían debido a que el precio al que se está comercializando el producto no da para cubrir los costos básicos. En resumen, se perdería dinero al venderlos.
Rolando comentó que se llegó a esa decisión debido a una “sobreoferta” del producto, ya que muchas personas “optaron por la misma iniciativa de plantar en el mismo momento”.
“Esto es debido a que no hay un sistema que nos permita planificar de una forma un poco más certera la plantación de los distintos rubros”, puntualizó el directivo de CGU; a su vez, según declaró a El Observador, influyó también el clima, ya que desde hace alrededor de un mes ha habido condiciones ideales para este fruto que causó la producción excesiva.
De todas formas, Rolando acotó que “la demanda nunca va a ser suficiente, porque se produce para tres Uruguay”. “Si lográramos tener productos de exportación podríamos hasta crecer en la parte hortícola debido a que tenemos la tecnología, y sobre todo el agua”, sostuvo el productor.
De esta manera, indicó que se debería “tener una institucionalidad” que se encargue de “saber los stocks de determinado producto [o] inclusive de la intensión de siembra”.
“Con el caso del tomate, por ejemplo, perfectamente se podría hacer un relevamiento de semillas vendidas. Ahí tendríamos una aproximación sobre lo que se va a plantar y el productor puede decidir con mayor información si plantar o no”, explicó.
Así, el directivo concluyó que es “muy importante ponerse a trabajar en este tipo de institucionalidades” con el objetivo de “darle más seguridad al productor”. De esta manera, “por lo menos” no se darían “estos altibajos e incertidumbres”, aseveró.
Fuente: Montevideo Portal