El expresidente afirmó que parte del objetivo de la despenalización estaba vinculado a la necesidad de llevar un registro para «prevenir, no perseguir».
El expresidente y líder del Movimiento de Participación Popular (MPP), José Mujica, fue el primer entrevistado en el inicio del ciclo de entrevistas Seré Curioso, programa emitido por VTV que lleva el mismo nombre de la sección de entrevistas de Montevideo Portal que lleva adelante el periodista César Bianchi.
Durante la entrevista, el político se refirió a varios temas, incluida su infancia, juventud y su accionar guerrillero e integrante del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T).
Consultado por cómo evaluaba su gobierno (2010-2015), Mujica respondió que tuvo “algunos logros y algunas dificultades”.
“Hubo mejoras salariales, mejora en el ingreso y en el trabajo. En el tema de la enseñanza se pudo concretar la fundación de la UTEC (Universidad Tecnológica del Uruguay), pero quedó rengo. Debería haber hecho más en educación. Ahora, en este país la fundación de la UTEC fue un parto de los montes. Hay que ver las resistencias sociales, la resistencia dentro de la Universidad, resistencia dentro de la propia izquierda. Por todas partes En Uruguay hablamos de descentralizar, pero si quiere llevar de Montevideo para el interior dios me libre la que se le arma”, puntualizó.
Sobre la importancia que tuvieron para él los avances en la agenda derechos (despenalización de la marihuana, matrimonio igualitario, interrupción voluntaria del embarazo) durante ese período, el dirigente político valoró que de la historia del país recogió una lección.
“Hay cosas feas que ocurren en la sociedad, que Uruguay tuvo la sutileza de no querer taparlas. Se reconocieron y trataron de organizar de la mejor manera posible. Esto pasó ya por 1900 y pico. Uruguay le dio el voto a la mujer, reconoció la prostitución. En mi formación intelectual perseguir a la gente por sus inclinaciones sexuales me pareció siempre una barbaridad. Era más liberal, en el otro sentido del término, el mundo antiguo greco-romano que la cultura que crearon las religiones monoteístas. La agenda de derechos humanos y reconocimiento para mí es una cosa indiscutible. Y tuve mucha oposición. Incluso, la cuestión de la marihuana quedó renga. Yo quería otra cosa, no fue suficiente”, dijo Mujica.
En esta línea, afirmó que, sin embargo, actualmente más del 90% de la marihuana que se consume actualmente en el país es producida en Uruguay.
“Debería ser toda legal, pero pasa que hay gente que planta, le sobra un poquito y la vende. A esos los castigan y los meten presos. Había una contradicción que sigue estando hasta hoy. Una necesidad de que se hiciera cargo salud pública. Que se llevara un registro del consumo, pero no para perseguir. Para prevenir. Había un problema de cantidad. Si yo me tomo un whisky por día tal vez que no me haga bien, pero es soportable. Ahora, si me tomo una botella por día soy una alcohólico. Me tienen que atender. Con la drogadicción la cantidad de lo que se consume es decisivo, si se transforma en una dependencia sistemática. Hay que tener la información para atender a tiempo y en eso estamos rengos”, consideró.
Lo internacional
Mujica consideró que, como dato curioso de Uruguay, el país con menos población de América del Sur, que sin embargo tiene “un cierto margen de consideración internacional muy por encima de sus expresiones materiales”.
“Hay una especie de reconocimiento intelectual que hay que cuidarlo porque es una forma de presentación importante para Uruguay”, afirmó.
Sobre la decisión de abandonar el senado el mismo día junto al expresidente Julio María Sanguinetti, Mujica reconoció: “En algún pasillo por ahí nos quejamos del aburrimiento que teníamos. También se había agravado por el efecto de la pandemia. Uno se sentía como un florero inútil”.
Fuente: Montevideo Portal