La actriz uruguaya dio cátedra de elegancia durante la ceremonia y compró una vez más a los argentinos con sus declaraciones.
En la noche del domingo, Natalia Oreiro estuvo a cargo de un momento de la ceremonia que se repite en cada edición y que aporta una cuota de solemnidad al evento: el homenaje a los artistas fallecidos durante el último año.
Con emoción y en un tempo ralentizado respecto a la versión original, Oreiro interpretó No es mi despedida, un clásico de la recordada estrella bailantera Gilda, quien la propia Oreiro encarnara en una biopic.
Mientras la artista uruguaya cantaba, en pantalla se sucedían las imágenes de personalidades como Claudio Da Passano, Diana Maggi, Guido Gorgatti, Guillermo Calabrese, Haydée Padilla, Julieta Vallina, Lino Patalano, Mabel Passano, Magdalena Ruiz Guiñazú, María Onetto, Silvana Suárez, Tristán y Rodolfo Bebán.
Durante la velada, Oreiro atrajo todas las miradas gracias a su belleza de siempre ay al sentador vestido rojo que lucía, confeccionado por la diseñadora María Gorof consistió. Se trató de un imponente vestido Carmine Red, en tul francés con un sutil destello de cristales, destacando una teatral quilla y la espalda al descubierto. “Inspirado en las grandes Divas, para la alfombra roja, GOROF presentó un diseño vibrante que refleja la pasión y el romance de figuras legendarias, así como su feminidad y belleza radiante”, dijo la diseñadora en declaraciones al portal noticioso Infobae.
En rede sociales arreciaron los elogios hacia la “la uruguaya más linda de Argentina”, y no solo por su elegancia y hermosura, sino también por sus declaraciones a la prensa. Entrevistada, Oreiro dijo que Argentina “es el mejor país del mundo”, citó a Bertolt Brecht e invitó a la ciudadanía a involucrarse en política.
Fuente: Pantallazo