La teoría de la Fiscalía es que «se compró una cantidad de budines y alfajores muy importante en una cadena de supermercados, luego esa mercadería fue contaminada con la cocaína en un depósito en Canelones: de allí se llevó a zona franca, luego a la terminal portuaria».

Dos personas fueron imputadas por su participación en la operativa que permitió que un barco llegara a Bélgica con más de dos toneladas de cocaína tras pasar previamente por el puerto de Montevideo. Además, una tercera persona fue detenida y quedó emplazada con medidas limitativas.
A finales de diciembre del año pasado, la Aduana de Bélgica incautó un cargamento de más de dos toneladas de cocaína que llegó a ese país europeo en un barco que previamente estuvo en el puerto de Montevideo. Según informaron medios locales, la incautación tuvo lugar el 28 de diciembre. En esa oportunidad, la Aduana del puerto de Amberes encontró 2,6 toneladas de cocaína escondidas en un buque que había estado en el puerto montevideano.
Según las imágenes difundidas, la cocaína estaba escondida entre productos como budines de fabricación nacional. Desde Portezuelo -empresa cuyos productos se utilizaron para esconder la droga- dijeron a Telemundo en ese entonces que la firma deslindaba toda responsabilidad en el caso. Indicaron, además, que cualquier persona puede comprar mercadería y enviarla al exterior.
Ahora, en la tarde de este sábado, dos personas que habían sido detenidas fueron finalmente imputadas. «Se formalizó la investigación con respecto a dos personas. A una de ellas por un delito de asistencia al narcotráfico y a la otra por un delito de tráfico de estupefacientes en la modalidad de exportación. Una tercera persona no fue formalizada, pero se dispusieron medidas limitativas, como la fijación de domicilio, la retención del pasaporte y la imposibilidad de salir del país mientras se sigue investigando», indicó en rueda de prensa el vocero de Fiscalía, Javier Benech.
¿Qué se sabe hasta el momento sobre su participación en esta operativa? Según explicó Benech, la teoría de la Fiscalía es que «se compró una cantidad de budines y alfajores muy importante en una cadena de supermercados, luego esa mercadería fue contaminada con la cocaína en un depósito en Canelones: de allí se llevó a zona franca, luego a la terminal portuaria y se cargó en un contenedor que se exportó a Europa».
Uno de los imputados es propietario de la empresa que realizó la exportación, y el otro iba al lado del chofer del camión dando indicaciones. Ambos tienen una prisión preventiva de 180 días mientras avanza la investigación.
Es una investigación compleja, que requiere de asistencia internacional. Posiblemente estas no sean las únicas formalizaciones en este caso.
Fuente: Teledoce