Isaías, de 10 años, jugaba en el fondo de un almacén y tocó un tejido metálico. Al ser trasladado, sufrió dos paros cardiorrespiratorios.

Isaías, un niño de 10 años, fue víctima el pasado 24 de diciembre de una descarga eléctrica de 220 voltios mientras jugaba en el fondo de un almacén en Pando (Canelones).
A pesar del trago amargo, que lo hizo sufrir dos paros cardiorrespiratorios mientras era trasladado en la ambulancia además de que su cuerpo quedó con varias quemaduras, pudo pasar la fiesta de Fin de Año junto a su familia.
El día en que se dio el hecho, los padres del menor junto a él fueron al almacén y mientras realizaban las compras, Isaías se quedó jugando en el fondo del comercio donde hay una plaza. De acuerdo con lo relevado en base a testigos, el menor tocó un tejido metálico y recibió la descarga eléctrica.
“Como padres lo vivimos fatal, fue el 24 a las 15:30, él tuvo un riesgo de perder su vida porque recibió demasiada descarga eléctrica y en el camino a Montevideo nos dijeron que podía llegar sin vida”, contó Yanet, la madre del menor.
Sobre el momento, Isaías aseguró que tiene “pocos recuerdos”. “Yo estaba hablando con los chicos, me agarré del cable y sentía que me iba cayendo. No recuerdo más de nada”, indicó en diálogo con Telenoche.
“Estoy contento de llegar a mi casa porque toda mi familia me ama”, finalizó la víctima del hecho.
Fuente: Montevideo Portal